Tratamiento de varices mínimamente invasivo

¿Qué es?

El tratamiento endovenoso de varices o tratamiento de varices mínimamente invasivo busca cerrar o anular de la circulación la vena enferma sin necesidad de quitarla. Esto se realiza mediante la punción y la introducción de un catéter o alguna sustancia química dentro de la vena.

Se trata de procedimientos, con probada seguridad y efectividad, realizados de forma eco-guiada para controlar en todo momento el procedimiento.

Podemos conseguir un buen resultado a través de 3 tipos de tratamientos diferentes:

Ablación términa: Se realiza con láser y radiofrecuencia para cerrar la vena enferma mediante calor.

Sellado mediante adhesivo: Busca la coaptación de las paredes venosas con el adhesivo para cerrar la vena enferma.

Escleroterapia: Busca la inflamación y posterior fibrosis y cierre de la pared venosa.

¿Es un tratamiento doloroso?

Todas las técnicas utilizadas en el tratamiento endovenoso de varices son técnicas bastante confortables para el paciente.

Durante el tratamiento, algunas técnicas, como la escleroterapia, pueden realizarse en consulta, otras como el cianoacrilato (pegamento) en consultas adaptadas o quirófano con un poco de anestesia local. Para el láser y la radiofrecuencia si se precisa el uso de quirófano aunque es suficiente con anestesia local y sedación en la mayoría de casos.

Las medias de compresión suelen estar indicadas en el posoperatorio de la escleroterapia, el láser y la radiofrecuencia. En el cianoacrilato (pegamento) su uso no es estrictamente necesario y la recuperación es muy rápida, no requiriendo en la mayoría de casos de baja laboral.

En todos los casos, la analgesia que se precisa es mínima y la recuperación es muy rápida.

¿Cuáles son los riesgos que existen en el tratamiento de varices mínimamente invasivo?

El tratamiento endovenoso de varices emplea métodos menos agresivos que la cirugía tradicional, con menor riesgo de sangrado, infección y alteraciones sensitivas. También conllevan menor dolor posoperatorio, deambulación precoz y una más rápida incorporación a la vida habitual. Además, la eficacia en el caso del tratamiento mediante ablación térmica y el sellado con cianoacrilato es igual o superior a la cirugía convencional. La eficacia de la escleroterapia varía según el tipo de vena a tratar.

Tras la cirugía existe muy bajo riesgo de sufrir una trombosis venosa profunda. Para disminuirlo al mínimo aplicamos en la mayoría de pacientes una terapia con heparina a dosis bajas durante unos días. El riesgo de infecciones es también muy bajo ya que solo realizamos punciones y, en todo caso, alguna microincisión.

Tras la realización de un tratamiento endovenoso de varices mediante una de las técnicas térmicas se puede sufrir una irritación del nervio safeno o sural debido al calor, manifestándose como una sensación de hormigueo o acorchamiento. Aparece en un bajo porcentaje con el uso de tumescencia y en el 90% es pasajera, desapareciendo en los siguientes meses. Las quemaduras son extremadamente raras si la técnica se realiza por cirujanos expertos.

Una complicación de la escleroterapia es la posible pigmentación, sobre todo, en las venas más gruesas y superficiales, pero afortunadamente el riesgo disminuye con las revisiones y drenaje de aquellas venas inflamadas. Además, la mayoría de casos en que aparece acaba desapareciendo a lo largo del siguiente año.

¿Tras la operación, volveré a tener varices?

La aparición de nuevo de varices depende de muchos factores como la técnica usada y los factores de riesgo modificables o no de enfermedad venosa crónica. Siempre los pacientes intervenidos de varices deben saber que tienen una enfermedad crónica y que deben mantener a raya los factores que aumentan la tensión venosa en las piernas para disminuir el riesgo de que otra vena se enferme y otras varices aparezcan. Para ello recomendamos ejercicio regular, evitar el sobrepeso y el uso de medias de compresión entre otros.

PREGUNTAS FRECUENTES

Sí, las varices pueden operarse en cualquier época del año. No obstante, el uso de media de compresión que prescribimos tras el tratamiento hace que la cirugía sea más incómoda en los meses de calor. Además, se debe evitar la exposición solar debido a la aparición de hematomas. Para las cirugías de varices en los meses de verano recomendamos técnicas específicas para esta época del año.

Se pueden intervenir pacientes de cualquier edad, incluso pacientes anticoagulados, ya que algunos de los tratamientos se realizan bajo anestesia local y con solo una punción.

Las varices son un estadio dentro de la enfermedad venosa crónica. Es como su nombre indica una enfermedad crónica. Hay quien piensa que si te operas joven tienes mayor riesgo de que en el futuro el problema reaparezca. Esto no es así. Al ser una patología progresiva, puede suceder que se opere una variz en una pierna y al cabo del tiempo aparezca otra en un lugar diferente y no tiene nada que ver con que la operación se haya hecho mal, sino con los factores de riesgo y el estilo de vida que afectan a cada paciente de modo distinto. En algunos pacientes saldrán nuevas varices y en otros no. Lo ideal es que el paciente conozca antes y después de operarse de varices su enfermedad y que es bueno que continue cuidando sus piernas para reducir el riesgo de que nuevas varices aparezcan.

Las varices tienen un componente hereditario importante y muchas personas que tienen várices tienen antecedentes de familiares de primer grado, pero no siempre la genética es la responsable de su aparición.

Además de la herencia genética, existen otros factores de riesgo, como son la edad, el sexo femenino, los embarazos, las terapias hormonales y algunos otros fármacos. También los trabajos que obligan a estar mucho tiempo de pie de manera estática, el sobrepeso u obesidad, los focos de calor continuo sobre las piernas y el haber sufrido episodios de trombosis previas.

Los primeros síntomas de alarma de sufrir enfermedad venosa crónica son esa pesadez hinchazón, calambres, hormigueos o picor que se agravan al final del día y con el calor. A veces lo primero puede ser observarnos alguna variz teniendo pocos síntomas. Ante los primeros avisos, es recomendable acudir al especialista en Angiología y Cirugía Vascular para que diagnostique cuanto antes el problema y pueda prescribir el tratamiento más indicado y las opciones de eliminarlas.

El tratamiento quirúrgico de varices es personalizado según el tipo de varices que presente el paciente así como las características personales de cada caso.

Según estos parámetros y de forma consensuada con el paciente ofreceremos un tratamiento u otro, siendo todos los procedimientos ambulantes y no requiriendo hospitalización, con periodos de recuperación rápidos. Debemos ser conscientes de que todas las varices no pueden tratarse de la misma forma y que no todas las técnicas sirven para todas las varices. Es fundamental el estudio completo por parte de un Cirujano Vascular para que se pueda ofrecer la mejor terapia en cada caso.

La vena que operamos ya no cumplía su función de retorno venoso al corazón. Al eliminarla la sangre circulará por otras venas sanas mejorando la salud del paciente.

 

La recuperación dependerá de la técnica con la que te hayamos operado.

En el caso del cianoacrilato (pegamento), la incorporación a la vida laboral generalmente es inmediata, raramente se precisa analgesia y no suele ser imprescindible el uso de media de compresión. En el caso de la termoablación con láser o radiofrecuencia, técnica poco invasiva con similar eficacia, dado que la vena se cierra por calor se produce un proceso inflamatorio donde los tejidos tardan un poco más en recuperarse. Se precisa de analgesia los primeros días y medias de compresión siendo normal sentir una tirantez en la zona tratada durante unas semanas. La vuelta al trabajo dependerá del tipo de actividad que se realice.

En muchos casos solemos indicar el uso de heparina para prevenir los eventos tromboembólicos que, si bien es poco frecuente que ocurran, su riesgo de aparición aumenta tras las intervenciones.

OTROS SERVICIOS